Ayer, 29 de marzo, el Consejo de Ministros, aprobó el Real Decreto Ley 10/2020 por el que se establecen serias restricciones a las actividades económicas de todo tipo en nuestro país. Todos estamos recibiendo amplia información por los medios de comunicación, y sabemos que esta nueva norma intenta reducir al máximo la presencia de trabajadores en sus respectivos puestos laborales con la intención de evitar en lo posible el contagio y la expansión del coronavirus.

También sabemos que, con el propósito de asegurar los suministros básicos a la población,  el propio Real Decreto establece excepciones y requiere la continuidad de la actividad normal de determinadas industrias y servicios en sectores que se consideran “esenciales”.