La semana pasada lanzamos nuestro nuevo video corporativo en el que explicamos ampliamente tres virtudes del PET que definen, tanto a este magnífico material, como a nosotros mismos como empresa. En cualquier caso, hoy vamos a profundizar hablando de la primera de ellas, la utilidad.
¿Por qué utilidad?
Las cualidades del PET son innumerables, pero podemos comenzar diciendo que el PET es maleable, es muy versátil, puede tomar diferentes formas y sofisticados diseños adaptados a cada cliente y cada tipo de envase o pieza concreta para un producto, en resumen, a cada necesidad del mercado, es, por tanto, muy flexible y también irrompible. Cualidad esta última, muy interesante de cara al desarrollo de nuevas aplicaciones, que sustituyan a otros envases más delicados o pesados producidos hace muchos años en materiales muy diversos y que contemplaban un mayor riesgo de rotura en su manipulación.
Del mismo modo, es un material higiénico y seguro, que garantiza la higiene y la preservación de los alimentos por mucho tiempo, minimizando así las mermas en la cadena de distribución. Estas dos cualidades, quizás son unas de las menos conocidas entre los usuarios del PET y resultan ser unas de las más necesarias en nuestra vida cotidiana.
Muchos de los alimentos que consumimos diariamente van contenidos en un envase de PET, hablamos de fruta, carne, de fiambres fileteados, quesos, zumo, agua, bebidas carbónicas, aceite, vinagre, ensaladas, pizzas, … la lista es casi infinita. Muchos de estos productos necesitan ser envasados inmediatamente tras su preparación para ser distribuidos en la cadena de alimentación. Sin un envase de PET, esto no sería posible. Cuando pensamos en llevar agua embotellada cuando ocurre una catástrofe natural, hay que pensar en PET, pero sin ir más lejos, en muchas islas o lugares cercanos al mar, sin el PET no podrían beber agua potable, y el agua es el sustento y una necesidad primaria en nuestra sociedad occidental.
El PET no oculta nada, puede ser totalmente transparente, permitiendo al usuario un contacto visual directo e inmediato con el producto. Cuando, por ejemplo, consumimos agua o aceite, es un hecho que, como individuos, nos gusta ver el contenido del producto que estamos utilizando, bien sea directamente para consumo directo, para cocinar, etc. Esto es así y sin esta cualidad del PET, no sería posible. El PET, por tanto, da confianza al usuario.
Asimismo, por su ligereza y resistencia, hacen que este material sea muy eficiente en su transporte. Otros materiales presentan ciertos inconvenientes en cuanto a que implican un mayor peso en su transporte, y por tanto un mayor coste. Ambas hacen que su durabilidad y manipulación sean dos muy relevantes características para el uso en nuestra vida cotidiana, haciendo deporte, trabajando, en el gimnasio, en el colegio, cuando viajamos, etc.
¿Se os ocurre alguna más? Seguro que sí, así que os invitamos a pensar sobre cómo es vuestro día a día con el PET y todas las “utilidades” que nos aporta y por supuesto, a compartirlas con nosotros. Desde aquí os iremos detallando todas y cada una de ellas más adelante.
Os dejamos de nuevo con nuestro vídeo, seguro que iréis descubriendo en él nuevos detalles en él que os van a cautivar.